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El hecho se desencadenó alrededor de las 18 cuando uno de los empleados detectó la presencia de humo en la sala de máquinas y calderas, e inmediatamente dio aviso a Bomberos. A la llegada de la primera dotación el fuego era generalizado, por lo que la tarea de los servidores públicos se centró en evitar el avance hacia otras áreas, como las habitaciones.

En paralelo, la rápida reacción de los trabajadores del hotel permitió la autoevacuación de la totalidad de los huéspedes, por lo que no se registraron heridos.

En el lugar, la escena era desoladora. Las llamas, que fueron controladas por los uniformados tras varios minutos de intensa tarea, arrasaron con todo el mobiliario hasta alcanzar la estructura.

El accionar del fuego causó daños importantes. Rajaduras en paredes, desprendimiento de mampostería, caída del techo y rotura de vidrios fueron algunas de las consecuencias del voraz incendio que demandó el trabajo durante más de tres horas de una decena de bomberos, tres dotaciones y la utilización de 25 mil litros de agua.

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